POLÍTICAS ANTICÍCLICAS
EMPLEO
Las políticas anticíclicas son medidas que toma el gobierno para contrarrestar los efectos de las fluctuaciones económicas. En Argentina, estas políticas se han utilizado para mitigar el impacto de la pandemia de Covid-19 en la economía.
Un estudio realizado en Argentina analizó el impacto de la pandemia en la economía y el papel de las políticas anticíclicas para mitigar dicho impacto. Las simulaciones del modelo mostraron un fuerte impacto negativo en el PBI, el desempleo y el bienestar de los hogares. El paquete de políticas anticíclicas logró mitigar en el corto plazo el impacto adverso en algunas variables macroeconómicas y, en particular, respecto del bienestar.
En términos de empleo, en 2020, 26 millones de personas perdieron su empleo, lo que representa una disminución de la tasa de empleo del 57,4% al 51,7%. Sin embargo, a mediano y largo plazo, la menor acumulación de capital y el creciente endeudamiento implican menor crecimiento y bienestar.
Es importante mencionar que las políticas de empleo son fundamentales para el desarrollo económico y social del país. Estas políticas pueden incluir acciones destinadas a mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo.

PRODUCCIÓN
En Argentina, estas políticas suelen adoptar la forma de acumulación de reservas cuando, por ejemplo, los precios internacionales son inusualmente elevados, para utilizar esas reservas en épocas de vacas flacas.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la clave de una acertada macroeconomía para el desarrollo es la combinación de buenas políticas anticíclicas con una estrategia activa de diversificación productiva. La política anticíclica debe enfrentar los retos que implican los agudos ciclos de financiamiento externo y las acentuadas fluctuaciones de los precios de productos básicos.
La política fiscal es fundamental, pero debe estar acompañada de una política monetaria y cambiaria igualmente anticíclica. A su vez, la estrategia de desarrollo productivo debe fomentar las actividades innovadoras que generan encadenamientos productivos.

INFLACIÓN
La inflación es un fenómeno de larga data en Argentina, y el último dato disponible de agosto de 2023 sitúa en 12.44% el aumento de índice de precios al consumidor mensual.
El valor más elevado desde 1991, cuando se estaba saliendo del último proceso hiperinflacionario del país.
Desde 1943 hay datos oficiales del aumento general de precios, en estos 80 años, en solo 17 años la inflación anual fue inferior a los dos dígitos, pero en 16 años mayor a tres dígitos y el promedio total del período se ubica en 146.98%.
Las políticas ortodoxas antiinflacionarias se basan en controlar la demanda agregada y los factores que producen expansión de la oferta monetaria.
Este tipo de medidas pueden traer aparejados importantes costos, en lo que refiere a recesión y caída del producto y, en consecuencia, aumento del desempleo a corto plazo en ambos casos, centrándose en restricciones fiscales.
En tanto las políticas heterodoxas nacen ante la imposibilidad que surge recurrentemente de cambiar las expectativas de los agentes económicos.
Este tipo de medidas tiene como eje precios claves e ingresos (por ejemplo, los salarios) para centrarse en el componente inercial de la inflación, además del componente fiscal previamente comentado.
Pero también debe tenerse en cuenta el componente temporal de las medidas adoptadas, el shock hace referencia a que las medidas y reformas del plan de estabilización deben introducirse simultáneamente y de una sola vez.
En tanto el gradualismo es la aplicación de las medidas o reformas que se van implementando con el transcurso de tiempo y buscando objetivos intermedios.

SECTOR EXTERNO
En Argentina la acumulación de reservas cuando los precios internacionales son inusualmente elevados, para utilizar esas reservas en épocas de vacas flacas.
En el contexto de la pandemia de Covid-19, se adaptó un modelo de equilibrio general computado de Argentina para analizar el impacto de la pandemia en la economía y el rol de las políticas anticíclicas para mitigar dicho impacto. Las simulaciones del modelo mostraron un fuerte impacto negativo en el PBI, el desempleo y el bienestar de los hogares. El paquete de políticas anticíclicas logró mitigar en el corto plazo el impacto adverso acerca de algunas variables macroeconómicas y, en particular, respecto del bienestar.
Sin embargo, a mediano y largo plazo, la menor acumulación de capital y creciente endeudamiento implican menor crecimiento y bienestar. Una política fiscal sostenible -que estabilice la relación deuda-producto- permite mediante mayor inversión y empleo que la economía y el bienestar recuperen los niveles del escenario base (recién) al cabo de 10 años.
Es importante mencionar que las políticas anticíclicas pueden variar dependiendo del contexto económico y político del país. Por ejemplo, durante el gobierno de Mauricio Macri se impartieron cambios sustantivos en la política exterior y en la política económica de la Argentina, reflejándose en un rediseño de la política comercial externa.
